fue anunciado el 2 de septiembre de2014 por el Presidente de México
Enrique Peña Nieto, que se construirá el en la Zona Federal del Ex-Vaso
de Texcoco.1 Por sus características, desde su primera fase será el
aeropuerto más grande y moderno de América Latina, contando con tres
pistas paralelas de operación simultánea y un edificio terminal con
capacidad para atender 50 millones de pasajeros al
año;[cita requerida]en su fase de máximo desarrollo contará con seis
pistas de aterrizaje de operación triple simultánea y capacidad para
atender hasta 120 millones de pasajeros anuales. El diseño
arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto inglés Norman Foster en
colaboración con el mexicano Fernando Romero.
Antecedentes
Desde
la década de los 90, el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México ya presentaba situaciones de saturación. Por lo que, en 2001, el
gobierno del ex presidente Vicente Fox anunció la convocatoria para la
construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México.
Se
presentaron dos proyectos: uno, que pretendía la construcción del nuevo
aeródromo en Tizayuca, Hidalgo; y el otro, en la Zona Federal del Ex
Vaso de Texcoco, en el Estado de México. Las autoridades optaron por la
segunda propuesta. Entre los argumentos a favor están la inutilidad
agrícola del páramo texcocano (debido a su alta salinidad), que una
parte de los terrenos ya eran propiedad federal y que una parte de los
recursos financieros obtenidos por la operación del aeropuerto serían
destinados al Proyecto Texcoco.
El
inconveniente de la segunda propuesta consistió en que el Gobierno
Federal no era el propietario de todos los terrenos que se requerían
para el proyecto, por lo que se tomó la decisión de expropiar predios de
varios ejidos de municipios del oriente del Estado de México. Sin
embargo, el precio que se pretendía pagar como indemnización por la
expropiación era muy bajo, lo que generó inconformidades que fueron mal
atendidas y llevaron a varios de estos pueblos a levantarse en protesta
contra el gobierno federal. Encabezados por los ejidatarios de San
Salvador Atenco --cabecera del municipio de Atenco--, miembros de otros
ejidos se opusieron a la construcción de la terminal aérea, logrando --a
base de protestas en que salieron a relucir sus machetes campesinos--
que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se desistiera de la
construcción del aeropuerto enagosto de 2002, luego que un ejidatario de
San Salvador muriera en un enfrentamiento contra la Policía Federal
Preventiva.
Las
obras del nuevo aeropuerto comenzaron formalmente el 1 de septiembre
del 2015. Se iniciaron conjuntamente las actividades como las
terracerías, la cimentación, las instalaciones sanitarias y eléctrica, a
través de diversas compañías industriales y constructoras.
Características
El
Nuevo Aeropuerto estará ubicado en los Terrenos Federales del Ex-Vaso
de Texcoco, a 14 kilómetros del centro de la Ciudad de México y a 10
kilómetros del actual aeropuerto. Será construido en una superficie de
4,430 hectáreas que son propiedad del Gobierno Federal, por lo que no
será necesario expropiar tierras de ejidos colindantes.
En
una primera fase, el NAICM contará con un edificio terminal de 550,000
metros cuadrados con 94 puertas de contacto más 42 posiciones remotas y
tendrá tres pistas paralelas que podrán operar simultáneamente; con esta
infraestructura tendrá capacidad para 50 millones de pasajeros y
atender hasta 550,000 vuelos cada año. Para su fase de máximo desarrollo
tendrá otro edificio terminal, así como seis pistas de operación triple
simultánea y podrá atender hasta 120 millones de pasajeros.
La
propuesta del proyecto ganador, encabezado por el mexicano Fernando
Romero en conjunto con Norman Foster de Foster and Partners, está basada
en la creación de una sola terminal, con lo que se minimizan costos y
tiempo de construcción. Asimismo, será el primero en el mundo que
contará con la certificación LEED Platino, la más alta que se concede
internacionalmente.
Diseño
Tendrá
un diseño futurista y al mismo tiempo tendrá elementos que evocarán el
símbolo mexicano por excelencia: un águila devorando una serpiente sobre
un nopal. En su etapa final contará con un total de seis pistas
simultáneas para mover a 120 millones de pasajeros al año.
Uno
de los temas que más se ha destacado es el diseño del edificio central
del aeropuerto, que según dijo Norman Foster al presentar el proyecto se
edificará con materiales ligeros y con poco impacto al medio ambiente.
Por ejemplo, el sistema de ventilación utilizará muy poca electricidad.
“El clima en Ciudad de México es tal que durante casi la mitad del año
podemos trabajar con el aire a temperatura ambiente”.“El resto del año
con un mínimo de calefacción y enfriamiento de aire”, indicó Foster.
fue anunciado el 2 de septiembre de2014 por el Presidente de México
Enrique Peña Nieto, que se construirá el en la Zona Federal del Ex-Vaso
de Texcoco.1 Por sus características, desde su primera fase será el
aeropuerto más grande y moderno de América Latina, contando con tres
pistas paralelas de operación simultánea y un edificio terminal con
capacidad para atender 50 millones de pasajeros al
año;[cita requerida]en su fase de máximo desarrollo contará con seis
pistas de aterrizaje de operación triple simultánea y capacidad para
atender hasta 120 millones de pasajeros anuales. El diseño
arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto inglés Norman Foster en
colaboración con el mexicano Fernando Romero.
Antecedentes
Desde
la década de los 90, el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México ya presentaba situaciones de saturación. Por lo que, en 2001, el
gobierno del ex presidente Vicente Fox anunció la convocatoria para la
construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México.
Se
presentaron dos proyectos: uno, que pretendía la construcción del nuevo
aeródromo en Tizayuca, Hidalgo; y el otro, en la Zona Federal del Ex
Vaso de Texcoco, en el Estado de México. Las autoridades optaron por la
segunda propuesta. Entre los argumentos a favor están la inutilidad
agrícola del páramo texcocano (debido a su alta salinidad), que una
parte de los terrenos ya eran propiedad federal y que una parte de los
recursos financieros obtenidos por la operación del aeropuerto serían
destinados al Proyecto Texcoco.
El
inconveniente de la segunda propuesta consistió en que el Gobierno
Federal no era el propietario de todos los terrenos que se requerían
para el proyecto, por lo que se tomó la decisión de expropiar predios de
varios ejidos de municipios del oriente del Estado de México. Sin
embargo, el precio que se pretendía pagar como indemnización por la
expropiación era muy bajo, lo que generó inconformidades que fueron mal
atendidas y llevaron a varios de estos pueblos a levantarse en protesta
contra el gobierno federal. Encabezados por los ejidatarios de San
Salvador Atenco --cabecera del municipio de Atenco--, miembros de otros
ejidos se opusieron a la construcción de la terminal aérea, logrando --a
base de protestas en que salieron a relucir sus machetes campesinos--
que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se desistiera de la
construcción del aeropuerto enagosto de 2002, luego que un ejidatario de
San Salvador muriera en un enfrentamiento contra la Policía Federal
Preventiva.
Las
obras del nuevo aeropuerto comenzaron formalmente el 1 de septiembre
del 2015. Se iniciaron conjuntamente las actividades como las
terracerías, la cimentación, las instalaciones sanitarias y eléctrica, a
través de diversas compañías industriales y constructoras.
Características
El
Nuevo Aeropuerto estará ubicado en los Terrenos Federales del Ex-Vaso
de Texcoco, a 14 kilómetros del centro de la Ciudad de México y a 10
kilómetros del actual aeropuerto. Será construido en una superficie de
4,430 hectáreas que son propiedad del Gobierno Federal, por lo que no
será necesario expropiar tierras de ejidos colindantes.
En
una primera fase, el NAICM contará con un edificio terminal de 550,000
metros cuadrados con 94 puertas de contacto más 42 posiciones remotas y
tendrá tres pistas paralelas que podrán operar simultáneamente; con esta
infraestructura tendrá capacidad para 50 millones de pasajeros y
atender hasta 550,000 vuelos cada año. Para su fase de máximo desarrollo
tendrá otro edificio terminal, así como seis pistas de operación triple
simultánea y podrá atender hasta 120 millones de pasajeros.
La
propuesta del proyecto ganador, encabezado por el mexicano Fernando
Romero en conjunto con Norman Foster de Foster and Partners, está basada
en la creación de una sola terminal, con lo que se minimizan costos y
tiempo de construcción. Asimismo, será el primero en el mundo que
contará con la certificación LEED Platino, la más alta que se concede
internacionalmente.
Diseño
Tendrá
un diseño futurista y al mismo tiempo tendrá elementos que evocarán el
símbolo mexicano por excelencia: un águila devorando una serpiente sobre
un nopal. En su etapa final contará con un total de seis pistas
simultáneas para mover a 120 millones de pasajeros al año.
Uno
de los temas que más se ha destacado es el diseño del edificio central
del aeropuerto, que según dijo Norman Foster al presentar el proyecto se
edificará con materiales ligeros y con poco impacto al medio ambiente.
Por ejemplo, el sistema de ventilación utilizará muy poca electricidad.
“El clima en Ciudad de México es tal que durante casi la mitad del año
podemos trabajar con el aire a temperatura ambiente”.“El resto del año
con un mínimo de calefacción y enfriamiento de aire”, indicó Foster.
fue anunciado el 2 de septiembre de2014 por el Presidente de México
Enrique Peña Nieto, que se construirá el en la Zona Federal del Ex-Vaso
de Texcoco.1 Por sus características, desde su primera fase será el
aeropuerto más grande y moderno de América Latina, contando con tres
pistas paralelas de operación simultánea y un edificio terminal con
capacidad para atender 50 millones de pasajeros al
año;[cita requerida]en su fase de máximo desarrollo contará con seis
pistas de aterrizaje de operación triple simultánea y capacidad para
atender hasta 120 millones de pasajeros anuales. El diseño
arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto inglés Norman Foster en
colaboración con el mexicano Fernando Romero.
Antecedentes
Desde
la década de los 90, el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México ya presentaba situaciones de saturación. Por lo que, en 2001, el
gobierno del ex presidente Vicente Fox anunció la convocatoria para la
construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México.
Se
presentaron dos proyectos: uno, que pretendía la construcción del nuevo
aeródromo en Tizayuca, Hidalgo; y el otro, en la Zona Federal del Ex
Vaso de Texcoco, en el Estado de México. Las autoridades optaron por la
segunda propuesta. Entre los argumentos a favor están la inutilidad
agrícola del páramo texcocano (debido a su alta salinidad), que una
parte de los terrenos ya eran propiedad federal y que una parte de los
recursos financieros obtenidos por la operación del aeropuerto serían
destinados al Proyecto Texcoco.
El
inconveniente de la segunda propuesta consistió en que el Gobierno
Federal no era el propietario de todos los terrenos que se requerían
para el proyecto, por lo que se tomó la decisión de expropiar predios de
varios ejidos de municipios del oriente del Estado de México. Sin
embargo, el precio que se pretendía pagar como indemnización por la
expropiación era muy bajo, lo que generó inconformidades que fueron mal
atendidas y llevaron a varios de estos pueblos a levantarse en protesta
contra el gobierno federal. Encabezados por los ejidatarios de San
Salvador Atenco --cabecera del municipio de Atenco--, miembros de otros
ejidos se opusieron a la construcción de la terminal aérea, logrando --a
base de protestas en que salieron a relucir sus machetes campesinos--
que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se desistiera de la
construcción del aeropuerto enagosto de 2002, luego que un ejidatario de
San Salvador muriera en un enfrentamiento contra la Policía Federal
Preventiva.
Las
obras del nuevo aeropuerto comenzaron formalmente el 1 de septiembre
del 2015. Se iniciaron conjuntamente las actividades como las
terracerías, la cimentación, las instalaciones sanitarias y eléctrica, a
través de diversas compañías industriales y constructoras.
Características
El
Nuevo Aeropuerto estará ubicado en los Terrenos Federales del Ex-Vaso
de Texcoco, a 14 kilómetros del centro de la Ciudad de México y a 10
kilómetros del actual aeropuerto. Será construido en una superficie de
4,430 hectáreas que son propiedad del Gobierno Federal, por lo que no
será necesario expropiar tierras de ejidos colindantes.
En
una primera fase, el NAICM contará con un edificio terminal de 550,000
metros cuadrados con 94 puertas de contacto más 42 posiciones remotas y
tendrá tres pistas paralelas que podrán operar simultáneamente; con esta
infraestructura tendrá capacidad para 50 millones de pasajeros y
atender hasta 550,000 vuelos cada año. Para su fase de máximo desarrollo
tendrá otro edificio terminal, así como seis pistas de operación triple
simultánea y podrá atender hasta 120 millones de pasajeros.
La
propuesta del proyecto ganador, encabezado por el mexicano Fernando
Romero en conjunto con Norman Foster de Foster and Partners, está basada
en la creación de una sola terminal, con lo que se minimizan costos y
tiempo de construcción. Asimismo, será el primero en el mundo que
contará con la certificación LEED Platino, la más alta que se concede
internacionalmente.
Diseño
Tendrá
un diseño futurista y al mismo tiempo tendrá elementos que evocarán el
símbolo mexicano por excelencia: un águila devorando una serpiente sobre
un nopal. En su etapa final contará con un total de seis pistas
simultáneas para mover a 120 millones de pasajeros al año.
Uno
de los temas que más se ha destacado es el diseño del edificio central
del aeropuerto, que según dijo Norman Foster al presentar el proyecto se
edificará con materiales ligeros y con poco impacto al medio ambiente.
Por ejemplo, el sistema de ventilación utilizará muy poca electricidad.
“El clima en Ciudad de México es tal que durante casi la mitad del año
podemos trabajar con el aire a temperatura ambiente”.“El resto del año
con un mínimo de calefacción y enfriamiento de aire”, indicó Foster.